UNA MIRADA CONTEMPORÁNEA

El próximo 18 de abril, Viernes Santo, a las 22:30h, la iglesia del Carme acogerá el estreno absoluto de los Responsorios de Semana Santa que el Festival Perelada encargó para su Edición de Pascua al compositor catalán Bernat Vivancos (Barcelona, 1973). Esta nueva creación, escrita para seis voces mixtas e interpretación a cappella, se inspira en la tradición litúrgica de los responsorios del Triduo Pascual y consolida la vocación del festival de impulsar la creación sacra contemporánea y el talento musical de nuestro país. Responsoria Hebdomadae Sanctae es el título de la obra de Vivancos, que toma el relevo del compositor reusense Joan Magrané, quien el año pasado estrenó con gran éxito su propia versión de las lecciones de tinieblas, Tenebrae Responsoria, también por encargo del festival.
Hoy, en Barcelona, con la presencia del propio compositor y del director artístico del festival, Oriol Aguilà, se ha presentado el concierto, que será uno de los puntos culminantes de la Edición de Pascua del ciclo ampurdanés. “Creo que es una apuesta valiente y admirable que un festival encargue una obra a ciegas, conociendo solo tu trayectoria y dándote carta blanca y apoyo total”, ha afirmado Vivancos, autor de una obra que ha tardado unos seis años en escribir: “Ha sido cocinada a fuego lento –dice el compositor–, con tiempo para reposar y madurar cada pasaje, por eso es una música esencial, porque he ido a la esencia, sin hacer ni incluir nada de forma gratuita”.
Un vínculo profundo con la tradición monástica
Las lecciones de tinieblas de Vivancos beben directamente de la liturgia del Jueves Santo (Feria V), Viernes Santo (Feria VI) y Sábado Santo (Sabbatum Sacrum) y se estructuran en nueve responsorios que recogen textos de gran dramatismo espiritual, entre los que destacan Tenebrae factae sunt, Caligaverunt oculi mei, O vos omnes o Sepulto Domino. Vivancos ha explicado que no ha modificado el texto tradicional de las lamentaciones del profeta Jeremías y que lo que ha hecho ha sido “ilustrar musicalmente todas las palabras” que conforman una obra que se abre y se cierra con un gesto simbólico: tres toques de campana preceden cada bloque de responsorios. Entre responsorio y responsorio se mantiene el silencio, sin aplausos, y Vivancos cree que incluso “sería bonito acabar en silencio, sería significativo, porque la historia termina de manera muy dramática, con la muerte de Cristo”. Aun así, los aplausos, que al final los habrá, serán profundamente agradecidos.
La conexión de Vivancos con la música sacra es intensa. Su experiencia como escolán y, más adelante, como director musical de la Escolanía de Montserrat (2007-2014), ha marcado profundamente su lenguaje compositivo. El compositor ha afirmado que la obra no es solo el resultado de un encargo, sino que ha sido casi una necesidad personal: “A los 11 años, como miembro de la Escolanía de Montserrat, bajo la dirección del padre Ireneu Segarra, grabamos los responsorios de Tomás Luis de Victoria (Officium Hebdomadae Sanctae). Fue la génesis de todo esto, ya que aquella obra me impactó, ya entonces percibía magia y fue una experiencia incomparable cantarla con el instrumento que llevas dentro, con la voz, porque vibra todo el cuerpo. Desde entonces aquella música me rondaba la cabeza, hasta que un día, hace unos seis años, una formación coral de los Países Bajos me hizo un encargo. Fue entonces cuando pude poner mis propias condiciones: sería una de las lecciones de tinieblas, a cappella, para seis voces y con la duración que yo considerara conveniente. Aceptaron. Más tarde llegó el Festival Perelada y me encargó los responsorios al completo y compuse los dos que aún faltaban. Estrenaré en un entorno ideal, en la época adecuada, con uno de los mejores coros del mundo como es el de la Radio de Letonia dirigido por una personalidad como Sigvards Klava y en las mejores condiciones posibles. Esto es como un regalo de Reyes, pero en Semana Santa. No solo te dan carta blanca, sino que ponen todos los medios para darte el apoyo necesario y llevarlo todo a buen puerto”, ha afirmado Vivancos, agradecido.
El compositor, formado como escolán en Montserrat y profundo conocedor de la música coral, ha construido una obra que quiere “ir a la esencia”, con un lenguaje limpio, transparente y cargado de expresividad contenida. “He tenido un respeto absoluto por el texto. Cada palabra tiene su traducción sonora y por eso pedí que el público tuviera el texto, porque no es solo música, es casi como si el público asistiera a una ópera. Deben entender y poder seguir lo que ocurre”.
El mejor coro del mundo
La obra será interpretada por el Coro de la Radio de Letonia, considerado uno de los mejores coros del mundo, bajo la dirección del reconocido Sigvards Klava. Este conjunto ya ha colaborado con Vivancos en las grabaciones de sus álbumes dobles Blanc y Requiem (Neu Records) y según el propio compositor, “Klava hace magia. Para mí es un privilegio y lo mejor que le puede pasar a un compositor es disponer de un instrumento como este coro para la interpretación de su obra, porque son de una perfección absoluta”. Después del estreno en Perelada, las lecciones de tinieblas de Vivancos se grabarán (Neu Records) durante una semana a partir del 21 de abril en la iglesia de San Juan de Riga, donde ya se han grabado las obras anteriores del compositor con el coro letón. El compositor barcelonés define este momento como “mi semana fantástica, otro regalo”.
Oriol Aguilà ha afirmado que con este estreno, el Festival Perelada se consolida como espacio único para la música sacra contemporánea, dando voz a creadores comprometidos con la trascendencia, la calidad y la emoción artística. Aguilà también cree que la Edición de Pascua del festival “se está consolidando como una oferta singular en la época pascual, una oferta que pone el acento en la espiritualidad, convirtiéndose en un espacio de recogimiento y reflexión, además de disfrute musical en una época muy especial. El estreno de estos responsorios será una experiencia espiritual y musical profunda, de una pieza escrita desde la verdad y destinada a perdurar”.