TURANDOT de G. PUCCINI, es la nueva producción del Festival Castell de Peralada.

El Festival Castell de Peralada cumple 30 años en esta edición y, para celebrarlo, ha programado y producido por primera vez la opera de Giacomo Puccini; Turandot. Una ópera mítica del repertorio operístico - de gran complexidad escénica y exigencia vocal, y el último título del compositor italiano y asignatura pendiente del festival ampurdanés.
Este verano, Turandot pasará a formar parte del listado de nuevas producciones del festival, así como del legado de su legado artístico, siendo la tercera ópera construida en los talleres del Alt Empordà, al sumarse a los títulos de Andrea Chénier de Giordano (2014) y el Otello de Verdi (2015); dos aplaudidas producciones que han evidenciado la capacidad de producción de este festival dentro del campo de la ópera internacional. Gracias a la aportación y a la firme convicción y pasión de la familia Suqué-Mateu y del Grup Peralada, y del apoyo de los patrocinadores.
En el escenario de Peralada se ha representado, Le Villi, Il Tabarro y Gianni Schicchi (primera y tercera parte de Il Trittico), La Bohème, Tosca y Madama Butterfly. Todos ellos grandes títulos del universo pucciniano donde la pasión y la sensibilidad, se presentan de manera magistral a través de la música y de grandes personajes. Siguiendo esta pasión del Festival per Puccini, se ha encargado al director de escena Mario Gas una nueva producción para este 30º aniversario. Una Turandot con escenografía de Paco Azorín que contará, como siempre, con las grandes voces del panorama lírico internacional.
No es casual que se haya hecho este encargo a Mario Gas en esta edición. Gas es un icono y un símbolo de este Festival. La relación entre el director y el certamen es de una admiración mutua y de una gran compenetración a lo largo de los años. Por eso, ambas partes están trabajando en un proyecto ilusionante, ambicioso y de una gran calidad artística para este verano.
El objetivo es presentar al público un proyecto artístico que no caiga en determinados tópicos pero que tampoco renuncie a la esencia de la obra ni a lo que el público espera: mitología, magia, sensualidad y orientalismo. Un espectáculo contemporáneo pero esencialmente pucciniano, presentado desde el planteamiento personal del director de escena. Una dirección escénica que intentará abastecer un respeto para la historia de la misma Turandot como pieza escénica, pero que al mismo tiempo proyecte al espectador nuevos tiempos y una visión más actual a través de la escenografía y la propia dirección.