La Turandot de Peralada brilla con luz popia

Peralada ha vivido una intensa noche de pasiones con un reparto de voces y músicos excepcionales, propios de los mejores teatros de ópera del mundo.
La Turandot de Peralada queda ya estrechamente unida a grandes nombres del mundo de la ópera como Iréne Theorin (Turandot), Roberto Aronica (Calaf), Maria Katzarava (Liù), Andrea Mastroni (Timur), José Fadó (Altoum), Manel Esteve ( Ping), Francisco Vas (Pang) y Vicenç Esteve (Pong). La parte musical con la Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu, el Coro Intermezzo, dirigido por Enrique Rueda y el Cor Infantil Amics de la Unió, dirigidos por Josep Vila. La dirección musical ha ido a cargo de un brillante Giampaolo Bisanti, quién ha dirigido con gran maestría a lo largo de toda la obra en su debut en el Festival Castell de Peralada. Todo el conjunto de la ópera ha sido una constelación de estrellas que ha brillado bajo el cielo ampurdanés de una manera que será difícil de olvidar.
Mario Gas, director de escena, después de un largo silencio en la dirección escénica en el mundo de la ópera, ha regresado al Festival ampurdanés por octava ocasión, y lo ha hecho con una Turandot con los elementos de tragedia de esta ópera inacabada de Giacomo Puccini y con la espectacularidad del cuento de hadas. Una ópera esencialista con un final sorprendente para el público; un final en versión concierto que deja patente donde Puccini finalizó su última obra. Una escena final compuesta y firmada por Franco Alfano, a partir de los apuntes que dejó G. Puccini antes de morir. Con ello, Mario Gas ha querido remarcar mucho las dos partes de los compositores y en la escena final se ha pasado de la vestimenta china a vestidos de ropa actual. Un vestuario de distintas épocas, compuesto por más de 500 vestidos, que ha dado mucho juego a lo largo de toda la obra, y que ha sido diseñado por Antonio Belart, quién ha colaborado en varios montajes con Gas.
La parte de escenografía, toda construida en talleres del Empordà, y diseñada por Paco Azorín, ha reflejado un cuento oriental situado en una china lejana y de época indeterminada. Una gran pagoda, de líneas sencillas y monumentales ha ocupado buena parte del escenario y en el centro una plataforma giratoria ha dado juego a los actores, al coro...a la historia.
Este título, ha llegado al corazón, ha emocionado y ha sido largamente aplaudida por el público que ha dedicado numerosos bravos. Esta Turandot de Mario Gas entra a formar parte de las producciones de construcción propia del Festival, al lado de Otello de Verdi (2015) i Andrea Chénier de Giordano (2014), y se suma a la larga lista de producciones (cerca de setenta) que a lo largo de estos 30 años se han representado en el Festival.
Ha sido un estreno muy esperado que ha llegado con todas las entradas agotadas tanto en la función de hoy como en la que se hará el próximo lunes, 8 de agosto.
Ópera para el Alzheimer
El próximo lunes, coincidiendo con la segunda representación de Turandot, se hará en el marco del festival, la Noche del Alzheimer, organizada por la Fundación ACE y la Fundación Castillo de Peralada y el apoyo de la Fundación Abertis. Este 2016 se realiza la tercera edición de esta cena. Este año se trabaja en el proyecto solidario NORFACE, un proyecto de investigación de la Fundación ACE que quiere demostrar que la tomografía de coherencia óptica puede mejorar la calidad del diagnóstico en fases precoces de la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas avanzando en la precisión del diagnóstico ya que permitirá conocer más y mejor el cerebro y por lo tanto el estado de los pacientes con deterioro cognitivo y demencia.