Guinovart y Demestres nos obsequian con dos estrenos absolutos

Los dos compositores, Albert Guinovart i Alberto Gacía Demestres, han dejado huella en esta 30 edición del festival con los estrenos de las piezas Nocturno en Peralada (Albert Guinovart) y el aria Cocco y cocomero (Alberto García Demestres)
La Iglesia del Carmen ha sido el escenario de este espectáculo en el que se han escuchado obras de los dos compositores. Han intervenido Albert Guinovart, al piano y las voces del tenor Antoni Comas y de la soprano Sara Blanch.
El concierto comenzó con Skyshadows para piano solo, de Albert Guinovart y ha continuado con Libro de Familia con poemas de Àlex Susanna y música de Alberto García Demestres. A continuación ha sido el turno de composiciones de Albert Guinovart con Bodas de Oro (Poema de Joan Margarit) y Te quiero (poema de Manuel Forcano). Estas piezas han dado paso a canciones de Espriu, musicadas por García Demestres que ha elegido los poemas Canción de Amanecer y Canción del paso de la tarde. La primera parte ha acabado con el estreno absoluto de Nocturno en Peralada, d’Albert Guinovart, con el que el compositor ha querido recrear las noches de verano en el Festival de Peralada.
La segunda parte del concierto ha comenzado con el estreno absoluto del aria Cocco y cocomero, de Alberto García Demestres. Esta pieza está extraída de La straordinaria vita di sugar Blood, la nueva ópera de García Demestres en la que aborda el tema de la diabetes infantil. En este proyecto ha contado con la colaboración del chef pastelero, Jordi Roca, de El Celler de Can Roca, que ha creado postres aptos para diabéticos, a petición del compositor. Tras este estreno se ha escuchado la música de Albert Guinovart con Le tout, le rían con poemas de Yves de Bonnefoy. Las tres últimas piezas del concierto han consistido en poemas propios de los dos compositores como No puedo, de Albert García Demestres y los Duetos Exppress, Amore Eterno, de Albert Guinovart y Love 2.0, de Alberto García Demestres. Piezas breves, con la que los autores han buscado concentrar la fuerza de los sentimientos amorosos en sólo un minuto. Estas dos piezas han sido también las propinas que se han ofrecido al público.