NOCHE DE EMOCIONES PARA LA HISTORIA

NOCHE DE EMOCIONES PARA LA HISTORIA

El tenor ha subido al escenario de Peralada por octava vez –7 en el sí del festival– para ofrecer un concierto marcado por las emociones, la elegancia y la nostalgia en el que el público se ha levantado en varias ocasiones. Isabel Suqué Mateu, presidenta de la Fundación Castell de Peralada, ha entregado la Medalla de Honor al artista, que esta noche ha estado acompañado por la soprano Martina Zadro y la reciente ganadora del concurso musical Euforia, Mariona Escoda.

 

Peralada, 3 de agosto de 2022

El Festival Castell de Peralada ha rendido homenaje esta noche a Josep Carreras coincidiendo con su 75 aniversario. En un concierto marcado por las emociones y la nostalgia, el público ha demostrado la admiración y la gratitud que sienten hacia un artista muy querido como tenor y, al mismo tiempo, como impulsor desde hace tres décadas de una fundación contra la leucemia. Convirtiéndose en la octava vez que Carreras sube al escenario de Peralada –siete de ellas en el festival–, éste ha querido premiar su compromiso, cariño y talento entregándole la Medalla de Honor por parte de la presidenta de la Fundación Castillo de Peralada, Isabel Suqué Mateu.

El tenor ha estado acompañado por la Orquesta Sinfónica del Gran Teatro del Liceo, bajo la dirección David Giménez, con quien Carreras ha trabajado en numerosas ocasiones y ostenta una gran complicidad, y por la soprano croata Martina Zadro como solista invitada. El concierto, de una duración total de hora y media, se ha dividido en dos partes y ha estado marcado por un programa lírico de canciones de Tosti, Martínez Valls, Gardel y Cardillo entre otros.

El espectáculo ha comenzado con la interpretación por parte de la orquesta de la exuberante Navarraise del ballet de la ópera Le Cid, de Julio Massenet, que ha dado paso a la primera interpretación de Carreras de la noche, con la reconocida L’última canzone de Tosti. Martina Zadro, una de las principales sopranos croatoeslovenas de la actualidad, ha tomado el relevo del espectáculo abriendo su actuación con el difícil y espectacular Il vespri siciliani ‘Bolero’ de Verdi.

Tras este primer bloque de canciones, el tenor catalán ha tomado el protagonismo y ha interpretado la apasionada romanza Les neus de les muntanyes de la emblemática zarzuela Cançó d’amor i de guerra, y la preciosa canción de Edvard Greig T’estimo, que el tenor ha popularizado en sus recitales y que se ha convertido en un clásico de su repertorio que esta noche no podía faltar.

En un intento de reposo a los solistas, la orquesta ha tocado una de las piezas orquestales más conocidas de la historia de la música, la encantadora Waltz 2 de la Jazz Suite de Shostakóvich. A continuación, Zadro y Carreras han enlazado las voces en una interpretación excepcional del sentimental y erótico vals de Satie titulado Je te veux. La soprano se ha lucido en los agudos de la célebre Ah!Je ris de me voir si belle en ce miroir de Fausto de Gounod, para dar paso a The Impossible Dream, canción del musical de Mitch Leigh The Man of la Mancha interpretado por Josep Carreras y que ha cerrado la primera parte del programa.

Tras un breve receso, el Festival ha hecho entrega de la Medalla de Honor al reconocido artista lírico catalán, que se suma así a una larga lista de nombres de cantantes, bailarines y músicos que ostentan esta distinción del festival ampurdanés. Durante la entrega, a manos de la presidenta de la Fundación Castillo de Peralada, Isabel Suqué Mateu, en el escenario se ha proyectado un vídeo que ha repasado el paso del tenor por Peralada, donde debutó con Vicenzo Scalera en julio de 1985, cuando aún no había nacido el Festival.

Desde entonces, Carreras ha estado en siete ocasiones en Peralada –sumando esta noche, ocho. En 1988 protagonizó uno de los conciertos más mágicos que se recuerdan en la historia del Festival por representar el retorno del tenor a los escenarios tras superar una lucha personal contra la leucemia. En 1989 llevó Medea y el mismo año un recital a la iglesia del Carme con Montserrat Caballé y el Coro y orquesta de la ópera Nacional de Sofía. En Peralada también debutó con el papel de Samson en Samson et Dalia de Saint-Saëns en 1990, el mismo año que ofreció un concierto en la plaza de la villa de Peralada con Montserrat Caballé. En 2000 actuó con Jaume Aragall, Isabel Rey y la Orquesta Sinfónica del Vallès, bajo la dirección de David Giménez.

Tras un momento de emociones, el artista ha reanudado el programa que ha preparado para esta noche con la reconocida Serenata Sincera de Derevitsky y Passione de Valente, que han dado lugar a Les filles de Cadix de Déliberes interpretada por la soprano Martina Zadro, y El día que me quieras de Carlos Gardel, cantada por el tenor catalán.

Al terminar este arranque de la segunda parte el cantante ha sorprendido al público con una invitada especial. Josep Carreras ha optado por acompañarse de Mariona Escoda, la reciente ganadora del popular del talent show catalán Euforia. Los dos han interpretado la reconocida canción de Lluís Llach, Un núvol blanc, canción influenciada por la muerte de su madre e incluida en el disco Maremar (1985) que al público ha premiado con muchos aplausos.

La orquesta del Liceu ha retomado el concierto, tras la gran sorpresa, con el sublime Adagio del ballet Spartacus de Khachaturian. Non ti scordar di me de Curtis ha sido cantada a dúo entre el tenor y la soprano que han hecho grande el escenario del Parque del Castillo, la lírica y evocadora Meine Lippen sie küssen so Heiss de la opereta Giuditta de Lehár la ha cantado Zadro y ha puesto punto final al programa Josep Carreras con Core'n grato de Cardillo.

La noche ha terminado, como todo el mundo esperaba, con diversos temas de propina para el público que ha demostrado, una vez más, una devoción y cariño muy sincero por el artista catalán. Carreras ha estrenado los bises con Chitarra Romana, la canción popular italiana compuesta por Eldo Di Lazzaro, Zadro ha cantado la segunda canción de propina, I could have danced all night, del musical My Fair Lady, y Mariona ha vuelto a subir al escenario con La Mare, la canción de Dyango que la joven intérprete también interpretó en la final del concurso que acabó ganando.

 

Carreras ha continuado regalando canciones con O sole mío, la reconocida pieza italiana de Eduardo di Capua o Paraules d’amor de Joan Manuel Serrat, la canción que ha arrancado aplausos al sonar las primeras notas y que tenor ha cantado junto a Mariona Escoda.

Con el público de pie, grandes ovaciones y aplausos, el artista ha proseguido con My way, una de las canciones más emblemáticas y versionadas de Frank Sinatra, que el tenor ha interpretado con solvencia, y ha puesto punto final a unos bises que han durado más de media hora con El brindis de La Traviata de Verdi. La elegancia y la maestría han marcado este concierto que, además, ha sido grabado por Televisió de Catalunya y Catalunya Música.

La Medalla de Honor del Festival

El Festival Castell de Peralada creó este distintivo en 2011 coincidiendo con su 25 aniversario. La joyería creativa Bagués- Masriera de Barcelona es la encargada cada año de su diseño. Con la entrega de la Medalla de Honor a Josep Carreras de esta noche, el tenor se suma a una larga lista de personalidades que lo ostentan entre los que destacan artistas líricos como Montserrat Caballé (2011), Jaume Aragall (2012), Carlos Álvarez (2012), Juan Diego Flórez (2015) y Teresa Berganza (2015) o Ainhoa Arteta, entre otros.