JONATHAN TETELMAN HACE UNA EXHIBICIÓN DE FACULTADES

JONATHAN TETELMAN HACE UNA EXHIBICIÓN DE FACULTADES

Peralada, 3 de agosto de 2023

El tenor estadounidense de origen chileno, Jonathan Tetelman, ha realizado hoy una verdadera demostración de facultades como tenor en el recital que ha ofrecido en la iglesia del Carme, en la 37ª edición del Festival Perelada. Tetelman ha contado con el acompañamiento del pianista alemán Daniel Heide. El recital de hoy ha comenzado con los Tre sonetti di Pertrarca, de Franz Lizst (1811-1886): Pace non trovo (104), Benedetto sia’l giorno (47) y I’ vidi in terra angelici costumi (123).

Lizst empezó a componerlos en la década de 1830, pero no se publicó su primera versión, para tenor y piano, hasta 1846. Meses después publicó otra para piano solo, al igual que la versión de 1858, y en 1883 el pianista y compositor revisó la obra y publicó una versión drásticamente distinta para barítono y piano, según él mismo “más refinada”. Estos temas son fruto del viaje del compositor a Italia, entre 1838 y 1839, con su primera amante, la condesa D'Agoult. Petrarca, poeta italiano del siglo XIV, escribió el texto de estos sonetos para Laura, un amor idealizado, sobre los que Liszt compuso las tres piezas.

Tetelman, que se formó como barítono en la Manhattan School of Music y un par de años más tarde cambió la tesitura a tenor, ha interpretado las tres piezas con la necesaria medida y contención, sin renunciar a su estilo que se caracteriza por una gran expresividad y sentido del dramatismo.

Después de estas tres canciones, Heide ha interpretado en el piano Impromptu “Nocturne”, S.191 y la maravillosa Valse oublieé No.1, S215, ambas de Liszt, un renovador de las formas de la música clásica, que desarrolló el poema sinfónico para orquesta. Heide y Tetelman han cerrado la primera parte del recital con la dramática aria O figli, o figli miei! - Ah, la paterna mano, del Acto IV de la ópera Macbeth, de Giueppe Verdi, en que Macduff llora la muerte de sus hijos, su mujer y parientes y maldice a Macbeth, responsable del asesinato de todos ellos, clamando venganza. Éste ha sido uno de los puntos álgidos de la velada y Tetelman se ha puesto al público en el bolsillo mostrando su capacidad de profundizar en el carácter del personaje.

Tetelman y Heide han abierto la segunda parte con dos piezas de Paolo Tosti (1846-1913), dos canciones napolitanas: A Vucchélla y L’alba sepàra dalla luce l’ombra. La primera es un ejercicio de seducción y la segunda es la petición de que llegue el día de la muerte para renacer en otro mundo. Durante toda la segunda parte, en cada canción Tetelman agotaba la capacidad de asombro del público. Convenía que el tenor hiciera un pequeño descanso, por lo que Heide ha interpretado el Adagio Cantabile from Sonata c-Moll op.13 “Pathetique“, de Ludwig van Beethoven. Después ha sido el turno de otras dos canciones napolitanas, ambas de Ernesto De Curtis y ambas de amor y también de amor a la tierra: Tu ca nun chaigney Torna a Surriento.

La recta final del recital ha estado dedicada a la música y la canción española, con la virtuosa interpretación de Heide al piano de Asturias, de la Suite española No.1 op.47 de Isaac Albéniz. Tras el reposo que le proporcionó el pianista, Tetelman volvió a escena para interpretar la canción Granada, del mexicano Agustín Lara y puso el toque de zarzuela con No puede ser, de La tabernera del Puerto, de Pablo Sorozábal. El público, que ha acabado aplaudiendo de pie, ha logrado que el tenor y el pianista les concedieran tres bises. El primero la canción Dein ist mein ganzes Herz, la más conocida del segundo acto de la opereta Das Land des Lächelns, de Franz Lehár, el segundo, la popular aria Nessun dorma de Turandot (Puccini) y finalmente ha conseguido hacer cantar y aplaudir al público que parecía encantado, siguiendo el ritmo, con la interpretación de la popular canción napolitana Funiculì funiculà, de Luigi Denza y Peppino Turco.