El estreno del oratorio San Giovanni Battista, con Xavier Sabata y Vespres d’Arnadí, abre el jueves la segunda edición de Pascua

El estreno del oratorio San Giovanni Battista, con Xavier Sabata y Vespres d’Arnadí, abre el jueves la segunda edición de Pascua
  • El festival produce esta versión de la pieza que se basa en la partitura original de Alessandro Stradella (1675), con arreglos del músico Dani Espasa

 

  • La obra es primordial en la evolución de la música barroca con una instrumentación precursora del concerto grosso, que Vespres d’Arnadí recupera en esta versión

 

  • El contratenor Xavier Sabata encabeza un reparto formado por las sopranos Giulia Semenzato y Elena Copons, el bajo Luigi de Donato y el tenor Juan Sancho

 

Peralada.- El estreno de una nueva versión del oratorio San Giovanni Battista (1675), del compositor Alessandro Stradella (1642-1682), abrirá el próximo jueves (20h), en la iglesia del Carme del castillo, la segunda edición de Pascua del Festival de Perelada. Esta nueva versión del oratorio, con arreglos sobre la partitura original del músico Dani Espasa, director de la formación musical Vespres d’Arnadí, es un encargo que la dirección artística del festival hizo al propio Espasa y al contratenor catalán Xavier Sabata, un binomio vinculado desde hace unos años al ciclo y que ya fueron protagonistas en la primera edición de Pascua del festival, con la interpretación del oratorio La Giuditta (1690), de Scarlatti. El encargo surgió a raíz de una propuesta de los propios Espasa y Sabata.

El oratorio San Giovanni Battista es una obra fascinante que obtuvo un gran éxito en su estreno, en 1965 en la iglesia romana de San Juan de los Florentinos, pero quedó posteriormente arrinconada, hasta que en 1948 se “redescubrió” y se reestrenó en Perugia, en una producción en la que una aún desconocida Maria Callas interpretó el papel de hija de Herodías –así se designa al personaje en la partitura original-, Salomé. Este oratorio, una narración bíblica como son los últimos días de San Juan Bautista (Marcos 6:17-21), pero con un trasfondo claramente secular, es una pieza clave dentro del repertorio barroco y destaca por su intensidad emocional y su rica textura musical, además de una profundidad expresiva y una remarcable intención dramática al narrar un pasaje bíblico protagonizado por San Juan Bautista, el rey Herodes Antipas, su esposa, Herodías -antes había sido esposa de su hermano, Felipe-, la hija de Herodías y un consejero real. Stradella, que demuestra un dominio excepcional de la armonía, utiliza de forma magistral los instrumentos y las voces para crear contrastes dramáticos, reflejando los distintos estados emocionales de los personajes y las escenas del oratorio. La música alterna entre momentos de contemplación serena y pasajes cargados de tensión, reflejando la trama y conflictos internos de los personajes.

Pese a vivir una existencia tumultuosa y encontrar un final prematuro al ser asesinado en Génova a los treinta y ocho años, Alessandro Stradella imprimió una marca indeleble en el panorama musical. Su contribución fue resplandeciente y vital, enriqueciendo el campo de la música con la aparición de formas líricas vibrantes y la introducción de novedades en géneros instrumentales, destacando particularmente su papel en la evolución del concerto grosso, que incorporó de forma preeminente en sus composiciones. Stradella se encuentra en un punto de convergencia de diversas corrientes y etapas estilísticas, sirviendo de puente entre la ópera y la narrativa sacra, demostrando una energía, expresividad y humanidad excepcionales. Su legado musical, con San Giovanni Battista como joya principal, simboliza el punto de encuentro entre el majestuoso oratorio romano, heredado de Carissimi, y la elegancia de la ópera veneciana de Cavalli, todo ello mientras abría camino para la futura generación de compositores como Scarlatti y Händel.

Recuperación de la instrumentación original

El oratorio de Stradella, estructurado en recitativos y arias, es imprescindible para entender el desarrollo de la música barroca, muestra la transición de la música sacra hacia formas más teatrales y expresivas, reflejando las tendencias más amplias de la época barroca en la música y el arte. Tal y como explicó Dani Espasa en una conferencia de presentación de la velada, Stradella pertenece "al primer Barroco, a una generación post-Monteverdi, conjuntamente con Cavalli, Cesti y que finalmente recogería a Scarlatti". El director de Vespres d’Arnadí afirmó que se había basado para hacer los arreglos en una partitura original de la pieza y explicó que se encontró con unas cuantas curiosidades fruto de la “desinformación” de que son víctima las partituras con el paso del tiempo y versiones posteriores: “Nosotros recrearemos la instrumentación original, porque con el tiempo y las diferentes versiones que se han hecho de este aspecto ha sufrido modificaciones. Por ejemplo, en el original, además de dos violines solistas, por primera vez en la historia hay otros cuatro pentagramas para la orquesta -Stradella fue el precursor del concerto grosso- que están escritos en clave de viola y que dialogan con los violines solistas, una instrumentación que las versiones posteriores han alterado pero que nosotros vamos a mantener”.

El contratenor Xavier Sabata, que interpretará el papel de San Juan Bautista, explicó en este mismo acto que “Stradella me ha perseguido hace muchos años y me atrae sobre todo esta época de investigación, el siglo XVII del Barroco entre los 40 y los 80, en los que pasan muchas cosas y vamos de la primera a la segunda práctica, de Monteverdi a Cesti y Stradella, y después a la familia Scarlatti, hasta el Barroco pleno. Siempre me ha fascinado”. El reparto, que encabeza Sabata, lo completan el bajo Luigi de Donato (Herodes), las sopranos Giulia Semenzato (hija de Herodías) y Elena Copons (Herodías) y el tenor Juan Sancho (Consejero Real).

Creación i consolidación de un relato propio del festival

Oriol Aguilà, director artístico del Festival de Perelada, asegura que, tanto el estreno en la época moderna del oratorio de Stradella como el resto de la programación de la edición de Pascua del festival, contribuyen a “construir y afianzar el relato del Festival de Perelada no sólo como motor de creación, agente de recuperación de nuestro patrimonio musical y escaparate de los artistas y creadores de casa, sino que también se ha conseguido crear un ambiente muy especial y que buena parte del público nos acompañe estos tres días.” En este sentido, la recuperación del oratorio de Stradella está en la línea de la recuperación, en la edición del pasado año, de otro oratorio, en este caso La Giuditta, de Scarlatti, con los mismos protagonistas: Vespres d’Arnadí y Xavier Sabata, una alianza con la que, según el director del festival, “dan vida al ciclo”.

“Nuestra intención es gestar proyectos con personalidad propia –asegura Oriol Aguilà-. Éste de Pascua la tiene y el cartel se diferencia del verano porque en época estival es más multidisciplinar, mientras que para la Pascua procuramos que el cartel tenga un talante más espiritual, estamos atentos a la liturgia, que afianza el relato del festival y le otorga una atmósfera propia. Esto se nota en el ambiente que ya se creó en la primera edición de Pascua, con público que nos sigue las tres intensas jornadas y que nos volverá a seguir este año”.