Magrané y la GIO Symphonia fascinan el público con Tenebrae responsoria

Magrané y la GIO Symphonia fascinan el público con Tenebrae responsoria

Fascinados. Éste es exactamente el estado en que ha quedado el público que, cerca de la medianoche, ha llenado la iglesia del Carme del castillo de Peralada para asistir al estreno absoluto de la obra Tenebrae Responsoria (Feria sexta in Parasceve), las impresionantes lecciones de tinieblas del compositor reusense Joan Magrané, interpretadas por la GIO Symphonia, dirigida con maestría por Francesc Prat, con el violonchelista Pau Codina y la soprano María Hinojosa como solistas. No nos equivocamos si afirmamos que ha sido una noche absolutamente memorable, si tenemos en cuenta los comentarios realizados por el público en la salida de la iglesia del Carme.

Francesc Prat ha hecho un trabajo encomiable en la dirección, consiguiendo que la formación que lidera transmita una sensación de solidez y cohesión que le permite construir de forma efectiva una atmósfera fascinante, que engancha desde el primer momento a la audiencia y no se desvanece hasta la hora fatal, hasta hacerse las tinieblas. La obra tiene una estructura similar a las lecciones de tinieblas del barroco francés, con tres nocturnos, pero en este caso, no hay cinco motetes por cada nocturno, sino cuatro. Magrané ha logrado componer una pieza de una emotividad y una expresividad muy poco usual, poniendo mucha atención en las formas, dejando a un lado la religiosidad, pero sin olvidar la espiritualidad. Es por este motivo que, poco después de empezar la pieza con el incipit y la Lamentació, -los dos primeros movimientos- con un texto maravilloso de Blai Bonet este último, el auditorio, que siguió toda la pieza con un silencio sepulcral, parecía sumido en una profunda reflexión. Ésta no sería la primera aparición de Blai Bonet, ya que el último movimiento, que lleva a la extinción definitiva de la luz con la extinción de la llama de la última vela del tenebrario, lleva el texto del poeta mallorquín Final de missa de presantificats, de la recopilación Quatre poemes de Semana Santa.

El viaje ha sido conmovedor. Todo lo que sucedía y se escuchaba iba guiando al auditorio, ahora emocionándole profundamente con los Mementos de un sensacional Pau Codina, ahora desquiciándolo con los dos strepitums que Magrané ha dispuesto en el primero y el tercer nocturnos, en los que entraban en juego todos los metales. Si los intérpretes se mostraban cohesionados y sólidos, la pieza de Magrané no lo es menos. Es una composición de una coherencia y una sabiduría compositiva excepcional. Sólo así se entiende cómo es posible idear un motete como el De profundis -segundo movimiento del segundo nocturno-, con el contrabajo y los violonchelos excavando con insistencia en la emoción del auditorio. Y después de cada motete, como señala la liturgia, una llama del tenebrario que se extingue y va dejando a la iglesia cada vez más en la penumbra. Según el rito litúrgico, hasta la reforma del Concilio Vaticano II, el tenebrario, un candelabro de dimensiones considerables, constaba de 15 velas que se iban apagando a medida que avanzaba el ritual, con cada salmo que se cantaba y, al final, quedaba una vela encendida, en señal de esperanza. Hoy, el ritual se ha mantenido, con la presencia de un tenebrario con 12 velas, una por cada motete, que se iban apagando. El caso, sin embargo, es que no ha quedado ninguna encendida y la iglesia se ha sumido en las tinieblas más absolutas antes de estallar en una larguísima y merecidísima ovación. En el estreno absoluto de esta pieza ha estado presente la Consejera de Cultura de la Generalitat de Cataluña, la Honorable Señora Natalia Garriga.

Un inicio familiar precede a la genialidad de Bach

La jornada se ha iniciado en los jardines del Castillo de Peralada, que se han llenado de gritos de alegría de los niños y de las risas de sus acompañantes, gracias a la propuesta familiar Cercant la Primavera, dinamizada por la compañía de danza de Palamós CobosMika. El acceso a los jardines se iba realizando en grupos cada 15 o 20 minutos. Cada grupo estaba dividido en dos y entonces, a través de unos auriculares, cada uno de los dos grupos recibía unas instrucciones para dar pasos de danza o movimientos en función de una historia que ilustraba el ciclo de la vida y celebraba la llegada de la primavera. Todos los movimientos se hacían siguiendo la pieza Consagración de la primavera, de Stravinsky y, después, los dos grupos se lanzaban en busca de unos huevos de pascua escondidos en los jardines y junto a unos enormes conejos hinchables, obra de la artista australiana Amanda Parker. De las 11 de la mañana a la una y media de la tarde el público ha ido accediendo en grupos a la actividad, llegando a pasar por los jardines hasta más de 200 personas divididas en cinco turnos.

Por la tarde, el foco se ha trasladado al epicentro de la edición de Pascua del festival, la iglesia del Carme. El Stabat mater es uno de los textos religiosos más y mejor tratados por los compositores de todos los tiempos y su carácter luctuoso le ha permitido consagrarse, a lo largo de los tiempos, como alternativa al Réquiem como medio de expresión musical del dolor provocado por la muerte. Hoy, en la edición de Pascua del Fetival Perelada hemos tenido una buena muestra gracias a la magnífica interpretación del Stabat Materde Pergolesi, parodiado por Johann Sebastian Bach, que lo convirtió en la cantata BWV 1083, Tilge, Höchster, meine Sünden (Borra, Altísimo, mis pecados), a cargo del ensemble Bachcelona Consort, dirigido por Daniel Tarrida, con la soprano francesa Maëlys Robinne y la mezzosoprano suiza Lara Morger, solistas de la Salvat Beca Bach. El kantor de Leipzig expandió orquestalmente la partitura de Pergolesi e hizo su propia lectura.

Antes de abordar la interpretación de Tilge, Höchster, meine Sünden, sin embargo, la formación barcelonesa ha ofrecido fragmentos de las cantatas de Pascua BWV 4, Christ lag in Todesbanden (Cristo yacía amortajado) y BWV 31, Der Himmel lacht! Die Erde jubilieret (El cielo ríe, la tierra exulta). En la primera, destaca la habilidad extraordinaria de Bach para tejer tal complejidad musical con profundidad teológica. El ensemble ha dotado la interpretación de la solemnidad necesaria, que ha favorecido toda la intención y carga introspectiva de la pieza. El diálogo establecido entre las voces solistas y el ensemble ha creado en todo momento un tejido sonoro rico y complejo. La segunda cantata es una obra exuberante que irradia alegría y celebración de cabo a rabo, de la que se ha podido escuchar un recitativo para soprano y el aria para soprano y coral Lteze Stunde, brich herein. Entre los fragmentos de estas dos cantatas, la formación también ha abordado la Coral BWV 625 Christ lag in Todesbanden y el Adagio BWV 249 Oratorio de Pascua.

La Bachcelona Consort ha hecho posible apreciar la riqueza de texturas y colores de una música capaz de crear un paisaje sonoro que es tan variado como detallado, con arias que destacan por su belleza lírica y recitativos dramáticos intensos. La guinda del pastel ha sido, por supuesto, la interpretación de la cantata BWV 1083, Tilge, Höchster, meine Sünden, la parodia que Bach hizo del Stabat Mater de Pergolesi, uno de los primeros casos de la historia de la música de viralidad artística, ya que de ella se hizo eco casi toda Europa. Bach le otorga a la obra una entidad y voluptuosidad inusitadas, que en el original son austeridad e introspección. El compositor alemán amplifica la orquesta y cambia la letra del latín original aplicando el texto de una paráfrasis anónima del salmo 51, Gott sei mir gnädig en versión luterana, Miserere en la latina. El kantor, además de cambiar el texto para adaptarlo a la liturgia luterana, siguiendo su habitual línea polifónica también añadió voces al original, dando a la viola un perfil propio, mientras en la obra de Pergolesi ésta tiene un papel discreto, doblando al bajo. Ya nada más empezar la pieza, en el primer movimiento arranca con el popular dúo de soprano y mezzo de un alto voltaje emocional, capaz de arrancar la lágrima en algunos de los presentes y que Jean-Jacques Rousseau consideraba el más bonito compuesto jamás. El auditorio, abrumado por la belleza de la pieza, ha seguido la interpretación del resto de movimientos y su emoción podía percibirse con claridad.

A pesar de basarse en la popular obra de Pergolesi, ésta es una pieza bastante olvidada y tampoco ha sido demasiado programada, por lo que encaja a la perfección en el relato del festival de actualización del patrimonio musical. Bach buscaba enriquecer la música para que ilustrara el texto de forma adecuada. Daniel Tarrida, que ha tocado el órgano, ha dirigido la Bachcelona Consort formada por Katy Elkin (oboe), Ignacio Ramal y Cristina Altemir (violines), Núria Pujolràs (viola), Guillermo Turina (violonchelo) y Alberto Jara (violone).

 

 

El virtuosismo de Javier Perianes y el espejo del barroco francés

Mañana sábado cerraremos esta segunda edición de Pascua del Festival Perelada con un programa doble. A las 7.30 horas, el virtuoso pianista Javier Perianes (Huelva, 1978), uno de los pianistas españoles más prestigiosos en el ámbito internacional, volverá a visitar la iglesia del Carme después de que ya lo hiciera en el año 2004 formando parte del ciclo Grandes Pianistas. Perianes, que sustituye al coreano Yunchan Lim, baja de última hora en el cartel, interpretará un magnífico programa que incluye obras de Manuel de Falla, Isaac Albéniz y Claude Debussy en la primera parte, y las Goyescas completas de Enric Granados para la segunda, de las que el pianista de Nerva lanzó un nuevo disco en el 2023 con el sello Harmonia Mundi que recibió grandes alabanzas por parte de la crítica y el público. Nadie como Granados ha traducido mejor en música, con nobleza y humor, el universo colorista de los cuadros de Francisco Goya, en los que majos y majas bailan el amor y la muerte sobre el resplandor crepuscular de un antiguo régimen amortiguado.

El último concierto de la edición de Pascua de este año, también en la iglesia del Carme, lo protagonizarán la Orquesta y el Coro de la Ópera Real de Versalles (22:30h), fundada el año 2019, dirigida por la organista Chloé de Guillebon, que mostrará la otra cara del espejo de las lecciones de tinieblas respecto a las que ha estrenado hoy la GIO Symphonia, compuestas por Joan Magrané. En el programa de la formación francesa, que tiene como voces solistas a las sopranos Lili Aymonino y Gwendoline Blondeel, podemos encontrar algunos de los compositores de referencia de Magrané a la hora de afrontar sus Tenebrae Responsoria, como son las lecciones de tinieblas de los maestros del barroco francés François Couperin (1668-1733) y Marc-Antoine Charpentier (1643-1704). De Couperin, se podrán escuchar las tres Lecciones de tinieblas para el Miércoles Santo (1714), mientras que de Charpentier, que fue quien estableció la estructura de las lecciones típica del barroco francés, la formación musical interpretará varios responsorios: In monte oliveti, Tristis est anima mea y Stabat Mater para las religiosas. Sin embargo, este programa lo abrirá la interpretación de Motets para los tres días que preceden a la Cuaresma, de Louis-Nicolas Clérambault (1676-1749). Resulta el cierre ideal para esta edición de Pascua del Festival Perelada.