TERRADELLAS PROTAGONISTA EN ROMA

La segunda jornada de esta expedición extraordinaria del Festival Perelada en Roma ha puesto el foco en la memoria y el legado de Domènec Terradellas, uno de los compositores catalanes más internacionales del siglo XVIII y estrechamente vinculado a la Ciudad Eterna.
Terradellas vuelve a la Ciudad Eterna
La iglesia de San Pietro in Montorio —espacio emblemático lleno de historia y arte y sede de la Embajada de España en Italia— se ha convertido esta tarde en el escenario del concierto Terradeglias en la Ciudad Eterna. La velada ha puesto de relieve el vínculo profundo que Domènec Terradellas (1713-1751), uno de los pocos compositores catalanes del Barroco con carrera internacional, mantuvo con Roma, ciudad donde desarrolló una parte decisiva de su trayectoria y donde se consolidó como maestro de la música sacra y operística. Aunque hoy su nombre puede ser desconocido para el gran público, sus composiciones, algunas de las cuales habían estado casi tres siglos en silencio, vuelven a sonar en el mismo lugar donde fueron escritas, rescatando un legado musical a menudo olvidado.
El programa ha incluido tres de sus obras más significativas: A los dolores de María Santísima, un aria de intenso lirismo y gran fuerza expresiva que transforma el lamento de Merope por la muerte del hijo en un lamento de María ante la muerte de Jesús; el Dixit Dominus, que destaca por su riqueza retórica y dramática; y el Laudate pueri, de una escritura refinada y elegante que refleja plenamente el espíritu internacional de su tiempo y la impronta del estilo italiano. Las dos últimas composiciones fueron concebidas para la capilla de Santa Maria di Montserrato, la iglesia de los catalanes en Roma, y se conservan copias en Montserrato y en varios archivos europeos y españoles, testimonio de su difusión más allá del territorio italiano. Estas piezas, que en su momento situaron a Terradellas en el centro de la vida musical romana, han resurgido con toda su vitalidad en manos de un elenco excepcional, revelando una música que combina brillantemente la estética barroca con anticipaciones del Clasicismo.
La soprano Sara Blanch y el contratenor Juan Manuel Morales han encabezado un reparto vocal que, junto con el grupo Cantoría, especializado en polifonía y música antigua, han ofrecido una interpretación vibrante y rigurosa. Blanch, soprano ligera en plenas facultades y con sólidas coloraturas y agudos, ha demostrado un impresionante despliegue de virtuosismo y expresividad, con momentos de especial lucimiento vocal y dramático para la soprano de Darmós. Artista residente del Festival Perelada en la edición de 2016, ha regresado en esta edición especial en Roma, país donde goza de un gran reconocimiento. La agrupación historicista Vespres d’Arnadí, bajo la dirección de Dani Espasa, ha completado la formación con una versión orquestalmente brillante y cuidadosamente dirigida desde el clave. Referentes en la recuperación del patrimonio musical barroco, han demostrado nuevamente su excelencia en esta reivindicación del legado de Domènec Terradellas, con una interpretación que conjuga rigor histórico y una fuerza comunicativa capaz de conmover al público. La conjunción de voces e instrumentos, en un espacio tan cargado de historia como San Pietro in Montorio, ha ofrecido a los 110 espectadores una experiencia de alta espiritualidad y belleza musical.
El concierto ha contado con la presencia del Excmo. Sr. Miguel Fernández-Palacios, embajador de España en Italia; el Muy Honorable Sr. Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Catalunya; la Honorable Sra. Sònia Hernández, consejera de Cultura de la Generalitat de Catalunya; el Sr. Luis García Montero, director del Instituto Cervantes; el Ilmo. Sr. Miquel Noguer, presidente de la Diputación de Girona; el Sr. Miquel Brugat, alcalde de Peralada; el Rvdmo. Padre Manel Gasch i Hurios, abad del Monasterio de Montserrat; y el Padre Jordi-Agustí Piqué i Collado, prior de Montecassino.
La trayectoria de Terradellas combina momentos brillantes con historias fascinantes: desde sus primeros estudios en Barcelona con Francesc Valls, pasando por el Conservatorio dei Poveri de Nápoles con Francesco Durante y Gaetano Greco, hasta los grandes éxitos londinenses, donde sus óperas Mitridate y Bellerofonte competían con Händel e introducían en la ciudad inglesa efectos sonoros hasta entonces inéditos, como el crescendo. Su muerte en Roma, en el año 1751, ha estado rodeada de leyendas: se rumoreó en el siglo XIX que podría haber sido asesinado por su rival Niccolò Jommelli, aunque no hay ninguna prueba documental que lo confirme.
La música de Terradellas, recuperada hoy en Roma, ha reivindicado el legado de un maestro a menudo olvidado y ha establecido un diálogo entre la Cataluña del siglo XVIII y la ciudad eterna, mostrando la vigencia universal de una obra que continúa emocionando. Desde su música religiosa, difundida por Europa y hasta América, hasta las óperas que aún sorprenden por su innovación y expresividad, Terradellas evidencia la riqueza de un compositor que, a pesar del silencio de tres siglos, todavía tiene mucho que decir.
Una conferencia sobre continuidad y diálogo
Antes del concierto, la Real Academia de España en Roma ha acogido la conferencia Milenario Montserrat: de Terradellas a Vivancos. La sesión se ha iniciado con las palabras de bienvenida de la directora de la Real Academia de España, Sra. Maite Méndez, y del director del Institut Ramon Llull, Sr. Pere Almeda. A continuación, el Padre Jordi-A. Piqué, OSB, monje de Montserrat y Prior de Montecassino, el músico y musicólogo Sergi Casademunt i Fiol y el compositor Bernat Vivancos han dialogado sobre la continuidad musical entre siglos, la tradición benedictina y el espíritu creativo que se transmite de una generación a otra. Piqué ha subrayado la importancia de la comunidad monástica como espacio donde la música forma parte indisociable de la vida espiritual y cultural. Vivancos ha añadido su visión como creador contemporáneo, formado en la Escolanía de Montserrat, estableciendo un puente entre tradición y modernidad. Por su parte, Casademunt ha completado la reflexión con una lectura musicológica sobre el legado y la vigencia de Domènec Terradellas. La sesión ha puesto en valor la vigencia de una herencia que, desde Terradellas hasta nuestros días, continúa proyectándose internacionalmente.