PURA PASIÓN EN PERALADA

PURA PASIÓN EN PERALADA

La soprano albanesa ha ofrecido un recital en homenaje a la ilustre artista veneciana con un repertorio verista italiano, que ha incluido arias de Madama Butterfly, La Bohème, Zazà, Lodoletta i Siberia. El público de la iglesia del Carme ha sabido apreciar su enorme talento y la ha premiado con grandes aplausos y sonoras ovaciones.

 

Peralada, 5 de agosto de 2022

Ermonela Jaho ha elegido a Peralada para rendir esta noche un sentido homenaje a la ilustre figura de la soprano veneciana Rosina Storchio (1842-1945). La cantante ha preparado un repertorio verista italiano con arias de las protagonistas de títulos célebres como Madama Butterfly, La Bohème, Zazá, Lodoletta y Siberia, papeles en los que la soprano brilló con luz propia a lo largo de su carrera.

En una iglesia del Carmen que ha acogido esta tarde el último recital lírico de la temporada, Jaho, acompañada de su sobrina Pantesilena Jaho al piano, ha recreado la figura de la artista que pasó a la historia por su refinamiento estilístico, su temperamento escénico y su carisma vocal.

El concierto ha comenzado con Musetta svaria sulla bocca viva, el aria de La Bohème de Leoncavallo. Tras un primer aplauso de bienvenida, el artista ha dado paso a Malinconia, ninfa gentile, de Bellini y Lamento per la morte di Bellini de Donizetti, un curioso Il Brindisi de Verdi previo al famoso brindis de la posterior ópera, La Traviata.

Tras este arranque de la primera parte, Jaho ha iniciado el reparto de Puccini con la romanza Sole e amore, en la que se aprecia una de las inconfundibles melodías de la futura La Bohème. Il Valzer di Musetta de la ópera La Bohème y un solo de piano han cerrado este primer bloque de melodías del célebre compositor italiano.

Las últimas tres piezas de la primera parte han sido Tristezza de Tosti, Non ti voglio amar de Cilea y Un di ero piccina de la ópera Iris de Mascagni, una de las obras más intensas e interesantes del compositor que se ambienta en un Japón mítico en el que el joven e inocente Iris lucha por amor.

Después de una pequeña pausa, Jaho ha vuelto con fuerza con la sencilla y encantadora melodía de Serenade de Gounod con texto de Victor Hugo, una especie de nana, ideal para mostrar la elegancia que transmite la soprano albanesa.

El concierto ha dado paso a las piezas de Massenet. En primer lugar, se ha interpretado el aria Adieu notre petite table, del segundo acto de la ópera Manon, una obra que demuestra la maestría y las intenciones dramáticas del compositor. El maestro francés de finales del Romanticismo francés fue el retratista de grandes personalidades líricas femeninas como Thaïs, Cendrillon o Sapho, cuya aria –titulada Pendant un an je fue ta femme– es la que ha resonado esta noche entre las paredes de la iglesia del Carmen.

El recital ha continuado con Pastorale de Kozma Lara, un solo de piano que ha permitido a la pianista lucirse, y Qual fiamma avea nel guardo… stridono lassù de Pagliacci, el drama estructurado en dos actos con música y libreto de Leoncavallo. El último tramo de espectáculo ha sido protagonizado por las arias de algunas de las óperas más reconocidas de la historia.

Primero Nel suo amore rianimata, una aria de Siberia, una de las célebres óperas del compositor Giordano, y un rol que Rosina Storchio interpretó con éxito dos meses antes de triunfar con la première de Madama Butterfly. La siguiente ha sido la de la muerte de Lodoletta, Flammen perdonami. Ésta fue una de las especialidades en el arte de Rosina Storchio y que hoy no podía faltar en el homenaje a la soprano. Para cerrar el recital Jaho ha escogido Un bel di vedremo de Madama Butterfly, obra de Puccini con la que precisamente Storchio se despidió de los escenarios como soprano en el Liceo de Barcelona el 21 de diciembre de 1922.

Una Ermonela Jaho visiblemente emocionada por las muestras de cariño y aprecio demostradas por el público ha regalado dos temas más en forma de bises: Io son l'umile ancella de Adriana Lecouvreur y l’ombra di nube de Licinio Refice. La conjunción de características interpretativas que han llevado a Jaho a lo más alto del arte operístico también fue el que proyectó a Rosina y que esta noche la artista albanesa ha dejado patente: emotividad a flor de piel, carisma y generosidad.

Ésta no ha sido la primera vez que Jaho pisa Peralada. Reconocida como una de las voces más atractivas del panorama lírico internacional actual, ya enamoró al público de Peralada en 2017 con su Madama Butterfly y en 2018 regresó al Festival con Thaïs junto a Plácido Domingo y las bases estables del Teatro Real. Su admirable línea de canto, su maravillosa interpretación musical y una colosal actuación teatral forman parte de la historia de este festival. Sus interpretaciones vívidas y una excepcional identificación con los papeles que interpreta se destacan en todas sus reseñas, al tiempo que reciben la ovación de los melómanos de todas partes.