Viernes Santo de estreno absoluto de Tenebrae Responsoria
El compositor catalán Joan Magrané, acompañado del director artístico del Festival de Peralada, Oriol Aguilà, y del director de la GIO Symphonia, Francesc Prats, han presentado hoy en el Auditorio de Girona el estreno absoluto de la pieza Tenebrae Responsoria (Feria sexta in Parasceve) -la expresión última designa el Viernes Santo en la liturgia cristiana-, que se celebrará el próximo Viernes Santo, día 29 (23h), en la iglesia del Carme del castillo, en el marco de la segunda edición de Pascua del Festival de Peralada. Esta no es la primera colaboración de Magrané con el festival, ya que en 2019 este produjo y acogió el estreno absoluto de la ópera contemporánea Diálogos de Tirant e Carmesina, que él mismo compuso y que también contaba con la dirección musical de Francesc Prat y la dramaturgia de Marc Rosich. La programación de las Tenebrae Responsoria tiene su precedente en la programación, en la primera edición de Pascua del Festival Perelada de los Officium Tenebrorum, de Tomás Luis de Victoria, a cargo del conjunto vocal Cantoria.
Magrané (Reus, 1988) ha explicado que ya llevaba unos años con la idea de poner música a los responsorios de Semana Santa (jueves, viernes y sábado santos), los oficios de tinieblas que en la antigua liturgia cristiana conmemoraban, durante tres días, la pasión y muerte de Cristo. Aprovechando que Francesc Prat le había pedido una obra que huyera del clasicismo y que tuviera un punto vocal, y que el violonchelista Pau Codina también le había pedido una composición para violonchelo solista y que cumpliera la misma característica, los tres decidieron llamar a las puertas del festival y el director artístico de este se las abrió de par en par. Así se explica la génesis del proceso que tendrá su punto álgido el viernes, al filo de la medianoche, con el estreno absoluto de la obra en la iglesia del Carme del castillo.
Oriol Aguilà, director artístico del Festival Perelada, ha afirmado que la edición de Pascua "ha venido para quedarse", después del éxito de la primera edición, en la cual "se creó una atmósfera muy especial entre el público, los artistas y el equipo del festival que consideramos una expresión de la propia personalidad del ciclo, que ya ha creado adeptos entre el público, parte del cual ha adquirido entradas para los tres días, que se caracteriza por el recogimiento", en contraposición a la programación de verano. Por eso, ha anunciado Aguilà, "las vísperas de tinieblas pasan a formar parte del corpus del festival" y ha señalado que en las próximas ediciones continuarán haciendo encargos a compositores y compositoras del país para renovar el repertorio y llevarlo hacia un diálogo con la contemporaneidad. Aguilà ha recordado que el último día de esta edición de Pascua del festival, el día siguiente al estreno de las Tenebrae Responsoria, actuará en la iglesia el Coro y Orquesta de la Ópera Real de Versalles y en el programa se incluyen las lecciones de tinieblas de Couperin y Charpentier, también del barroco francés, de manera que se establecerá "un diálogo y un juego de espejos interesantísimo entre el clasicismo y la modernidad".
Sin ataduras de ningún tipo
La pieza, que fusiona la música vocal e instrumental, tiene varias particularidades, ya que Magrané asegura que no quería limitarse a "replicar o copiar las estructuras tradicionales de las lecciones de tinieblas –nombre que reciben los responsorios de Semana Santa a partir de un punto de la historia, por influencia del barroco francés, cuando se convirtieron en un género musical-, así como tampoco la instrumentación". El compositor de Reus ha afirmado que quería empezar de cero, "poner el foco en el Barroco, pero desde el punto de vista de nuestra cultura, la catalana", intentando renovar un poco el género sin tener en cuenta las estructuras ya existentes y por eso ha introducido algunas variaciones, así como también ha admitido no encontrarse para nada constreñido por cuestiones litúrgicas o sagradas, de manera que parcialmente se encuentran textos en latín del Libro de las lamentaciones del profeta Jeremías, que conforman el texto tradicional de las lecciones, pero también se encuentran dos poemas de Blai Bonet (1926-1997), de 1950, que pertenecen a la parte titulada Parasceve del poemario Quatre poemes de Semana Santa.
El compositor de Reus ha alterado la estructura clásica de las lecciones de tinieblas –desde que se estableció el canon- que es de 3 nocturnos, con 5 motetes por cada uno de ellos, mientras que sus responsorios también se dividen en 3 nocturnos, pero solo con 4 motetes por cada nocturno porque así, afirma, "la obra resulta más equilibrada". Por su parte, Francesc Prat, director de la GIO Symphonia, que tiene un fuerte vínculo con Magrané desde el año 2019, a raíz de la dirección de Diàlegs de Tirant e Carmesina, ha afirmado que el proceso de poner en pie la pieza "ha sido un viaje" que han podido hacer con "plena comodidad" en el Auditorio de Girona, donde han podido "pensar la música, reflexionar, porque no hace falta ser creyente de ninguna religión para entender el sufrimiento de un hombre y no hay nada tan contemporáneo como eso". Profundizando en este punto, Magrané ha dicho que su intención ha sido "aportar un poco más de teatralidad a la pieza para remarcar el factor humano de la obra, por encima de lo divino o celestial". Respecto a la estructura, Prat ha explicado que esta pieza es una manera de "revivir el ritual", una respuesta a la pregunta "¿dónde está ahora aquella música tan central en aquella época?" y una manera "de vehicular la emoción, que lleva a la pura reflexión y al puro recogimiento".
Algunas de las influencias en la composición de la pieza son evidentes en cuanto a la configuración, como la de François Couperin (París, 1668-1733) con la inclusión de dos voces solistas siguiendo el esquema barroco –dos sopranos que Magrané convierte en una soprano y un violonchelo- o con la inclusión de textos de Carlo Gesualdo (Venosa, Italia, 1566-1613). Pero la obra de estos dos compositores también ha influenciado a Magrané en cuanto al aspecto musical a la hora de componer la pieza, así como la de Josquin Desprez (Beaurevoir, 1450-Condé-sur-l’Escaut, 1521) y la de Franz Liszt (Raiding, 1811-Bayreuth, 1866). Además de las dos voces solistas, el compositor de Reus ha creado una pieza para 10 músicos, en este caso los de GIO Symphonia: Christian Torres (violín), Nina Sunyer (viola), Edgar Casellas y Daniel Claret (violonchelo), Enric Boixadòs (contrabajo), Elisabet Franch (flauta), Pau Roca (oboe), Joan Roca y Xavi Castillo (clarinete), Carles Lizando y Rafael Planelles (trompa) y Francina Mercadal (trombón).
Joan Magrané se inició en la composición de la mano de Ramon Humet. Posteriormente se perfeccionó en el ESMUC de Barcelona con Agustí Charles, en Graz con Beat Furrer y en el Conservatorio de París con Stefano Gervasoni. Ha sido lauréat de la Villa Medici de Roma, miembro de la Casa de Velázquez de Madrid, compositor residente de La Pedrera (temporada 2018/2019) y compositor invitado del Palau de la Música Catalana (19/20), del Centro Nacional de Difusión Musical con sede en Madrid (20/21) y de L'Auditori de Barcelona (21/22). También ha sido galardonado con varios premios entre los cuales destaca el XXXI Premio Reina Sofía de Composición Musical, Fundación de Música Ferrer-Salat.