Un viaje por la Inglaterra de la Edad de Oro

Un viaje por la Inglaterra de la Edad de Oro
  • Gallardas, pavanas y madrigales han sonado en la iglesia del Carme interpretadas por Hespèrion XXI, la soprano Leonor Martínez y el contratenor William Shelton, que debutaban en el festival 

 

  • El público, que ha acabado en pie y aplaudiendo, se ha sumergido en seguida y sin dudarlo en las convenciones de la corte isabelina de la Edad de Oro  

 

  • El concierto se ha dedicado a la memoria de Luis López de Lamadrid, quien fuera fundador y director artístico del festival desde su nacimiento hasta 2006 y que falleció en agosto del año pasado 

 

Peralada, 30 de julio de 2024.- El investigador de música antigua, director, violonchelista y maestro igualadino Jordi Savall, ha dirigido hoy con mano maestra un viaje musical que ha llevado al público que llenaba la iglesia del Carme a través de la Inglaterra de Shakespeare, la Inglaterra de las gallardas, las pavanas y los madrigales. La audiencia, que llenaba la iglesia, se ha sumergido en seguida y sin dudarlo en las convenciones de la corte isabelina, tan punto ha comenzado su interpretación la formación Hespèrion XXI, dirigida por Jordi Savall (viola de gamba soprano) i formada por Natàlia Timofeeva (viola de gamba tenor), Philippe Pierlot y Marc de la Linde (violas de gamba baja), Xavier Puertas (consort bass) y Josep Maria Martí (laúd y guitarra). 

El Renacimiento inglés, la Edad de Oro al abrigo del Renacimiento europeo, fue una época de esplendor cultural y artístico en la que destacaban las figuras de William Shakespeare, Christopher Marlowe o Ben Jonson, en cuanto al teatro, y en que la música era un aspecto fundamental en la vida cortesana y social. Thomas Morley, Christopher Tye, William Byrd, Anthony Holborne, John Dowland, Orlando Gibbons o Richard Nicholson fueron figuras clave del género, aunque también han llegado a nuestros días composiciones anónimas de la época. Isabel Tudor, hija de Enrique VIII y Anna Bolena, está en el trono y las aspiraciones coloniales inglesas comienzan a despuntar. En esa corte, las pavanas y las gallardas eran danzas de un marcado carácter cortesano que servían como ejercicio de refinamiento para exhibir la destreza de los bailarines, mientras que los madrigales eran canciones con temáticas amorosas o pastorales, que tenían un lugar preeminente en las reuniones sociales. 

El recital de hoy, que Savall ha titulado de forma muy explícita El fuego y las lágrimas de las musas. Elizabethan Consort Music (1533-1603), lo ha abierto la pieza Pavin of Albarti – Gallyard, de Innocentio Alberti (ca.1535-1615). La pavana es una danza que comienza lenta, solemne y, a menudo, como en este caso, seguida de una gallarda, más rápida y animada. La suntuosidad y sofisticación de la corte se iba instalando en la iglesia del Carme. Acto seguido, entró en juego la voz con la intervención de la soprano Elionor Martínez y el contratenor William Shleton, perfectamente equilibrados, que interpretaron la canción anónima How can the tree, que pertenece a la colección The Paradise of Dainty Devices, una de las antologías de la época isabelina publicada sobre 1576, que recoge poesía y canciones populares que tratan temas diversos como el amor, la moralidad, la filosofía o reflexionan sobre la vida y la naturaleza. La música es extraída habitualmente de canciones con melodías populares de la época, sencillas y accesibles, destinadas a ser interpretadas por una amplia audiencia en forma de madrigal o lied. 

La orquesta ha interpretado a In Nomine XII Crye, de Christopher Tye (ca.1505-1573), que ha dado paso a The dark is my delight (Canzonetta), una canción anónima y ligera de carácter lírico, y a un ciclo de 4 piezas de William Byrd (ca.1540-1623): In Nomine à 5, Ye sacred Muses (Elegy for Thomas Tallis, †1585), Browning à 5 y La Virginella (canzonetta). La primera, como todas las del género “In nomine”, se desarrolla a partir de una sección de la misa Gloria tibi trinitas, de John Taverner, mientras que la segunda es una elegía en honor del maestro de composición de Byrd, Thomas Tallis. Browning à 5 es una pieza instrumental basada en la popular melodía inglesa The leaves be green, mientras que La Virginella vuelve a ser una canzonetta ligera, popular y alegre. Soprano y contratenor se han ido alternando o actuado conjuntamente mostrando siempre una gran complicidad, entre ellos y también entre ellos y los músicos, y un buen conocimiento del repertorio. 

Las pavanas y las gallardas han vuelto a hacer acto de aparición en la iglesia, con las interpretaciones de Hear me, O God (The Four Note Pavan), de Alfonso Ferrabosco (ca.1575-1628) y la preciosa gallarda The teares of the Muses, de Anthony Holborne (1545-1602), que da parcialmente título al recital de hoy. Antes de abordar otra pieza de Holborne, Galliard 52, Hespèrion XXI ha interpretado otra canción anónima, del género “In nomine”, titulada O Lord, turn not away thy face, una larga y sentida oración. La pieza anónima de temática navideña Born is the Babe (Consort Song 46), ha precedido un bloque de tres obras del compositor y lautista John Dowland (1563-1626). La primera, una nueva pavana titulada Pavan Semper Dowland semper dolens, seguramente la mejor pieza de Dowland, seguida de la gallarda The King of Denmark's Galliard y de la canción para voces y laúd Now, O now, I needs must part (a 4). Han cerrado el recital In Nomine à 5, de Orlando Gibbons (1583-1625) y la canzonetta Joan, quoth John, de Richard Nicholson (1563-1639), en la que dos personajes, Joan y John, mantienen un diálogo muy entretenido sobre la fecha de su boda, la dote de la mujer y lo que ella espera de él. El público ha ovacionado en pie la actuación de los solistas y del conjunto instrumental, que han ofrecido como agradecimiento un par de bises: un fragmento de la parte final de la semi-ópera barroca en cinco actos The Fairy-Queen, de Henry Purcell, y una de las canciones populares anónimas de la época titulada When Dafne. 

“Este concierto está dedicado a la memoria de Luis López de Lamadrid (1936-2023), alma de este festival que él contribuyó a fundar en 1987 y que dirigió hasta 2006. Murió a finales de agosto del año pasado, cuando la 37ª edición del Festival Perelada ya había plegado velas. Se le echa y se le echará de menos. ¡Va por ti, Luís!”