UNA PRIMERA NOCHE DE ENSUEÑO

UNA PRIMERA NOCHE DE ENSUEÑO

LA DANZA SE APODERA DEL FESTIVAL CASTELL DE PERALADA EN UNA PRIMERA NOCHE DE ENSUEÑO

 

La compañía Bayerisches Staatsballett ha interpretado tres coreografías creadas por Liam Scarlett, Sharon Eyal y George Balanchine del programa Caminos y horizontes. Mañana la misma formación volverá a Peralada con un segundo triple bill.

 

Peralada, 8 de julio de 2022

La compañía Bayerisches Staatsballett ha inaugurado esta noche la 36ª edición del Festival Castell de Peralada con un espectáculo formado por tres coreografías firmadas por grandes exponentes de la danza como Liam Scarlett, Sharon Eyal y George Balanchine. Por esta primera noche de apertura, el Ballet de la Ópera de Munich ha ejecutado a la perfección y con una gran técnica las tres piezas del programa Caminos y horizontes.

El telón del escenario del Parc del Castell se ha levantado por primera vez este verano con Capriccio para piano y orquesta, una coreografía de George Balanchine. Con música de Igor Stravinsky, en lo que es la segunda parte del ballet Jewels, los trece bailarines han utilizado diversos elementos de danza jazz con pasos propios de una revista de teatro musical. El público ha presenciado varios momentos en los que la pareja de solistas han tomado el escenario coordinando cada uno de sus movimientos. Los saltos, anchos y clásicos, han tomado protagonismo en esta primera pieza que ha dejado el patio de butacas de Peralada boquiabierto admirando una agilidad de pies que ha recordado el más puro estilo de claqué. Todo ello, acompañado de una puesta en escena sobria, ha permitido destacar unos maillots magenta con acabados dorados.

La coreografía de Liam Scarlett titulada With A Chance Of Rain, la segunda de la noche, ha vuelto a poner en tensión a unos espectadores que han apreciado una pieza romántica protagonizada por ocho bailarines. Gracias al exuberante y expansivo ballet de la Bayerisches Staatsballett que ha interpretado esta pieza, Peralada se ha visto rodeada de una atmósfera única entre la música y la danza a través de los Seis preludios de Sergei Rahmaninov, todos caracterizados por un lenguaje sonoro tardo-romántico, que ha combinado elementos dramáticos, líricos, melancólicos y trágicos. Una pieza delicada que mostró un juego de seducción entre las parejas de intérpretes en una coreografía de alta plasticidad. Dmitry Mayboroda ha sido el pianista que interpretó las partituras de las dos primeras piezas, demostrando una gran solvencia y capacidad musical en el piano de cola.

Para clausurar la noche, y tras un breve receso, la compañía bávara ha escogido la pieza Bedroom Folk de Sharon Eyal, que a través de una estética muy llana y un juego de luces muy cuidado, ha transformado el escenario en un latido en forma de un centro energético para hablar de la compulsión de formar parte de una identidad global y de la pérdida de la individualidad. Los ocho bailarines, coordinados en cada gesto, cada paso y cada movimiento, se han guiado con la música electrónica de Ori Lichtik. Las figuras de los ocho bailarines, vestidos con maillots negros, han lucido especialmente gracias a un fondo monocromático en el que se han proyectado sus propias sombras, que también han bailado al ritmo de la música.

 

El escenario del Parc del Castell volverá a levantar el telón mañana con un segundo programa a cargo de la misma compañía, que ofrecerá un triple bill titulado Los colores del alma. En esta ocasión se interpretarán las coreografías Affair Of The Heart de David Dawson, Pictures At An Exhibition de Alexei Ratmansky y la repetición de Capriccio para piano y orquesta de George Balanchine.